Adaptación de una Casa-Palacio del arquitecto Aníbal González a edificio para oficinas de la Administración del Estado. 

Las intervenciones se centran principalmente en la adaptación de forjados antiguos de escasa rigidez a las necesidades de uso nuevas. Estos refuerzos son de dos tipos: 

El primero consiste en situar una viga de gran rigidez en los puntos medios de las luces de los paños de forjado, de modo que la carga permanente actual del forjado quede supeditada a la capacidad de sus viguetas, mientras para las sobrecargas actúen simultáneamente con la viga de refuerzo. Al compatibilizar sus desplazamientos se limita la deformación y las solicitaciones de las viguetas de forjado.

El segundo tipo se realiza mediante la colocación de una capa de compresión sobre el forjado de viguetas metálicas existente, lo que permite convertir la sección resistente de los perfiles del forjado en una mixta de hormigón y acero, de modo que se aumenta la rigidez y la resistencia del canto capaz del forjado.

Para la acción del sismo se diseña un sistema de marcos de acero perimetrales a los muros.

El patio central del palacio, abierto en origen, se cierra mediante un ligero lucernario de perfilería metálica y cristal. Se habilita una zona para ascensores, que no existían en el edifico original y se realizan trabajos puntuales de refuerzo y consolidación de cubiertas y escaleras.