El edificio que se proyecta se encuentra en la plaza central del antiguo mercado de frutas y verduras de Legazpi. Consta de cuatro plantas bajo rasante, para alojar archivos, aparcamientos e instalaciones y dos plantas de gran altura sobre rasante, donde se alojan dependencias administrativas y locales de uso público. 

Dado que son cuatro plantas las que se debe excavar bajo rasante, ésta se llevará a cabo mediante la protección de pantallas con anclajes provisionales pretensados, que sólo se retirarán a medida que se ascienda en la construcción de forjados.

Para estos últimos, dado que la extensión es enorme, se han previsto juntas intermedias con conectores tipo TITAN, de modo que se asegure la transmisión de la carga, pero se relajen las tensiones de retracción. También con este último fin, los pilares se han de realizar prácticamente biarticulados, de modo que no supongan casi coacción a la retracción, minimizando en lo posible los efectos tensionales sobre ellos de la retracción. Consideración aparte son los núcleos rígidos de cada una de las zonas. Por un lado, son los elementos que hacen estables cada uno de los tres tramos de forjado y los que compensarán las diferencias y desequilibrios de fuerzas horizontales en cada forjado, pero suponen coacciones a la libre retracción de los forjados, por lo que son los que presentan los esfuerzos mayores debidos a este efecto.

El forjado sobre rasante, al apoyar directamente sobre la cabeza de la pantalla presentará mayores esfuerzos debidos a la retracción, ya que no se puede liberar de la coacción de la pantalla, afectando en mayor medida a los núcleos.

Los antes mencionados efectos de la retracción, en combinación con las necesidades de protección ante incendios, provocan que los forjados reticulares presenten armados de base superior e inferior en todos los nervios, así como un armado abundante de la capa de compresión.

Sobre rasante la estructura es una solución de vigas mixtas de gran luz con forjados de chapa colaborante, apoyándose todo el sistema en los núcleos principales de hormigón armado que suben desde los forjados bajo rasante. Esta solución permite que ambos forjados se puedan construir sin apeos y siendo autoportantes en todo momento. En el análisis y dimensionado se ha tenido en cuenta este proceso constructivo, para garantizar la viabilidad estructural en todo momento. En todos los casos, las vigas son armadas de chapas de acero conservando la envolvente de un cajón.

El procedimiento constructivo no será en absoluto convencional. Sobre los núcleos de hormigón levantados, se procederá a montar y soldar las vigas de borde. Dado que su peso es relativamente pequeño, se podrán montar con ayuda de grúa y un castillete provisional. Montadas las vigas de borde, se puede proceder a montar las de forjado, que presentan un método provisional de apoyo con tornillos que facilita el montaje rápido, para después proceder a la soldadura de las uniones. Así queda montado el entramado de vigas por zonas, que es estable. Por cada zona completa montada de vigas, se puede montar la chapa de forjado con los conectores correspondientes, y tendiendo la armadura necesaria. Hecho esto se puede hormigonar por zonas como convenga a las necesidades de obra, sin apear nada en absoluto. Esto dará la libertad de construcción que permitirá compaginar los trabajos de montaje, soldadura, montaje de forjado y hormigonado en zonas distintas sin interferencias, porque en todo momento la estructura es estable, y sin necesidad de apeos en ninguna fase.