CENTRO CULTURAL DE VILLA DEL PRADO

Diseño y cálculo de estructura; asistencia técnica en obra

 

Arquitecto: Josemaría Gutiérrez de Churtichaga

Año: 1997 / 1998

 

Este edificio es una ampliación de uno preexistente con construcción tradicional de muros de ladrillo o piedra y forjados y cubierta de madera aserrada. Tanto para la restauración de lo existente como para toda la ampliación se eligió la fábrica armada, utilizándola con formas abovedadas en los sótanos y con formas rectas en la planta superior. Este sistema tiene la ventaja frente a la fábrica tradicional de permitir la flexión pura e incrementar la capacidad resistente ante el resto de solicitaciones. Su origen más conocido es el de la interpretación que hizo Eladio Dieste, ingeniero uruguayo de ascendencia valenciana, de las construcciones de fábrica tradicionales del Levante español.

 

Las superficies cubiertas con bóvedas no necesitarían en principio armadura alguna. Pero ante la acción de las sobrecargas alternadas, el sistema es inviable sin recurrir a grandes espesores, por lo que los nervios que ligan las bóvedas con el piso están convenientemente armados para actuar como vigas en flexión que recojan los descentramientos de las resultantes en las bóvedas. Este esquema resistente no se aparta del sistema constructivo tradicional, que es el que se puede ver en las construcciones populares de España -básicamente en Levante, Cataluña y Extremadura-. 

 

Otro asunto es el de los elementos sin curvatura, que son las losas, las vigas-pared y las vigas. En este caso es imprescindible la presencia del acero en tracción para poder resistir los esfuerzos. En el caso de las vigas, habida cuenta de la escasa rigidez de la fábrica armada y de su enorme fisuración en piezas esbeltas, en los casos en que se combinaba la alta esbeltez con una carga considerable se recurrió a la utilización del postesado, como modo de controlar las deformaciones y las fisuraciones. El sistema constructivo no difiere del resto, salvo por la cuestión de deber alojar la vaina de tesado en un macizado de hormigón, lo mismo que en las cabezas de tesado.

 

Al tomarse la decisión del sistema de fábrica armada desde el inicio de la concepción del proyecto, no resulta la estructura una aberración incrustada a la fuerza en la forma y la construcción, sino que, al revés, todo resulta un mismo cuerpo, hasta el punto de que la propia fábrica es el acabado en los interiores.

 

Se añade a esto la ventaja de que su aspecto permite un "vernaculismo" compatible con el entorno y la construcción existente, pero sin remedos arcaicistas y con fidelidad a la técnica empleada.