AMPLIACIÓN CABILDO DE GRAN CANARIA

Asistencia técnica para la actualización y adaptación de la estructura de ampliación

 

Arquitecto: Alejandro de la Sota

Año: 2004

 

El edificio consta de cuatro zonas claras: La primera es el edificio ya existente, que se altera sólo levemente y en zonas puntuales. Anejo a él, sobre la línea de fachada actual se añade el edificio destinado a actividades culturales, conteniendo las salas de exposiciones y el auditorio. Anejos a estos dos, por las fachadas posteriores, aparecen el edificio administrativo y el que cubre la entrada de los garajes. Así como todos los edificios superan la rasante, este último es en exclusiva bajo rasante.

 

Las edificaciones que rebasan la rasante tienen hasta 8 plantas por encima de ella. Bajo rasante aparecen un semisótano y tres sótanos, destinados básicamente a aparcamientos. 

 

Dada la enorme extensión en planta del edificio conjunto, es imprescindible realizar juntas en los forjados para controlar los efectos de la retracción y de los movimientos de las distintas partes de la estructura. En caso contrario, las fisuraciones serían excesivas y se comprometería la durabilidad y el aspecto de la construcción. Por otro lado, la existencia de sismo obliga a determinar ciertas holguras en las juntas con dilatación. Estas juntas se resolverán mediante pasadores de acero inoxidable.

 

La mayor parte de los forjados son reticulares de canto 30+7 ó 30+10, salvo en los laterales del salón de actos, que es de losa maciza, por las dimensiones y la gran cantidad de huecos, y en la plataforma de acceso al salón de actos, en donde se plantea un forjado autoportante de chapa.

 

La estructura del salón de actos es muy compleja geométricamente, pues no responde a ninguna forma canónica, sino que se adapta a la forma definida en arquitectura. Se ha confeccionado un modelo en tres dimensiones para definir todos los puntos de la malla. Dadas las curvaturas de la superficie, resulta imposible seguir un sistema de cuadernas en planos ortogonales, lo que se agrava con los huecos necesarios para la conexión del salón a los distintos forjados. Por ello, la solución es una malla espacial triangulada en que los vértices pertenezcan a la superficie media, de modo que sobre dicha malla se puedan montar las capas exterior e interior de la sala.

 

Además, este sistema triangulado permite la correcta resistencia y rigidez de la estructura ante las acciones sísmicas, ya que, en forma de recuadros sin triangulación, los esfuerzos serían tales que los perfiles serían enormes, agravando además el problema del peso, que incrementa los esfuerzos de sismo.