BIBLIOTECA DE VILLANUEVA DE LA CAÑADA

Diseño y cálculo de estructura


Arquitecto: Josemaría Gutiérrez de Churtichaga

Año: 1998-2000

Esta edificación está totalmente concebida con estructura de fábrica armada, que es la que conforma también los cerramientos y divisiones de los espacios. 

 

Geométricamente es una espiral de pasarelas en voladizo que van ascendiendo, dando acceso a los distintos niveles y dependencias, conformando el espacio central, cubierto con un doble voladizo. En las crujías perimetrales se alojan los espacios secundarios del volumen principal. Dos cuerpos anejos al anterior alojan la biblioteca infantil y la sala de lectura y estudio. La primera presenta una estructura con forma de árbol estrellado en acero laminado y la segunda está cubierta, como el resto, con una losa de fábrica armada.

 

Desde el punto de vista estructural los muros que separan las crujías son vigas-pared, de un pie y medio de espesor, con grandes huecos rasgados para disponer los huecos exteriores y los pasos interiores. Entre ellos se cubren los espacios con losas de fábrica armada, salvo en los espacios secundarios, donde se utilizaron forjados unidireccionales de viguetas de hormigón pretensado. 

 

Este tipo de construcción procede de la interpretación que Eladio Dieste -insigne ingeniero uruguayo de ascendencia valenciana- hizo de los métodos de construcción de fábrica tradicionales de la cuenca mediterránea. En principio, este tipo de construcciones se ceñían a muros con formas abovedadas, pero la introducción del acero permite incorporar la flexión pura a su modo de trabajo, siendo similar su comportamiento al del hormigón armado.

 

Es necesario, para una correcta adherencia de la armadura pasiva, realizar juntas de gran espesor y utilizar ladrillos macizos de gran resistencia, condicionando el aspecto del aparejo. En algunos casos, existe incluso la necesidad de recurrir a macizados internos, que nunca se muestran al exterior. Básicamente, estos condicionantes geométricos y constructivos proceden de la necesidad de asegurar la adherencia de los morteros con los ladrillos, impidiendo la desagregación de la masa de fábrica.

 

El resultado fue óptimo porque la estructura no fue forzada, sino que se tomaron sus preceptos constructivos tal cual eran para conformar los espacios y resaltar la expresividad y los valores plásticos de su apariencia.